La concepción de actor que buscamos desarrollar es la de un actor que construye y muestra, más que uno que ficciona y representa. Esta visión del actor propone ir levantando un edificio a partir de la acumulación de material sensible relacionado con lo que nos importa decir o lo que nos interesa mediante improvisaciones de las cuales se habrán de seleccionar aquellas que sirvan para construir un discurso coherente.
Los procesos de laboratorio abren la posibilidad a la experimentación actoral, a la investigación y documentación de lo real y finalmente permite a los participantes articular puntos de vista diversos con un propósito común que es el de crear sentido y accesos a la participación y al diálogo con el espectador.