Durante más de un siglo, la Embotelladora de Refrescos Sidra Pino produjo bebidas que se instalaron en la tradición gastronómica y cultural de la Península Yucateca. En 2011, después de un declive prolongado, la fábrica dejó de funcionar. Las consecuencias de ese cierre son múltiples y complejas: desde la lucha de los obreros que al cierre de la empresa fueron arrojados a la calle sin ninguna compensación hasta la develación de los relatos de la memoria que los productos dejaron en generaciones y generaciones de yucatecos.
Como artistas, nos ha interesado saber qué sucede cuando los objetos de consumo trascienden su valor de uso para abrazar también un valor simbólico. En un proceso que se ha extendido a lo largo de tres años, nos hemos abocado a indagar en la complejidad de un fenómeno con múltiples aristas, en las muchas maneras en que un vestigio de otra época continúa incidiendo en el imaginario actual de una región.
Las tensiones entre lo local y lo global, entre lo justo y lo legal, los residuos objetuales de una industria desparecida, las constelaciones de afectos, sujetos e historias articuladas en torno a los productos de la refresquera, son los ejes sobre los que Murmurante Teatro pretende construir dispositivos para la escena, pero también acciones que incidan en lo social mediante intervenciones en galerías, plazas, edificios y otros sitios del espacio público. Ambas vertientes del proyecto, la escénica y la social, se nutren, se complementan y se movilizan mutuamente.
Dirección: Jorge Vargas y Juan de Dios Rath
Producción ejecutiva y artística: Ariadna Medina
Diseño de concepto espacial e Iluminación: Jesús Hernández
Dramaturgia: Noé Morales sobre textos de Murmurante Teatro
Creación y actuación
Ariadna Medina, Juan de Dios Rath, María José Pool, Mario Galván, Amín Soda y Amaury Alonzo
Diseño multimedia
Josué Abraham y Amaury Alonzo
Asesoría conceptual
Eduardo Bernal
Video
Josué Abraham, Amaury Alonzo y Mario Galván
Asistente de producción
María José Pool
Música
Colectivo Santiaguero/La marchante selecta y la Orquesta multicolor/Mamá ruda santiaguera.
Diseño gráfico
Ariadna Medina y José Coba
Reproducción de objetos Sidra Pino:
Ariadna Medina
Corrector de estilo
Carlos Martín Briceño
Agradecimientos:
A los trabajadores de la Sidra Pino, Luis Pino, Linda Pino, Magaly Pinto
Carlos Gorocica, Josué Gorocia, Colectivo Santiaguero,Memo Gorocica, David Escalante. Hernán Medina, Isaac Zambra, Nina Nemesi, Natania Clausell, Ligia Pino, Judith Peréz Romero, José Luis Gil, Luis Zúñiga, Aída Barrera, Roger Metri, Juan Díaz, Oscar Sauri, Carmen Castillo, Stefan Igor Ayora, David Pool, Irving Berlín y Carlos Martín Briceño.
Murmurante Teatro Producciones inicia en 2012 un proceso de largo alcance que intenta dibujar la topografía de una ciudad desde las señales de sus ruinas. VESTIGIOS DE UNA SERIE, es una indagatoria que traza relaciones entre los vestigios de pasadas catástrofes políticas, históricas o económicas y sus restos, ruinas, escombros en su más viva actualidad, es decir aquellos vestigios de la modernidad que son la expresión de los procesos de destrucción y cambio en el devenir de la urbe.
Esta metrópoli se nombra Mérida y sus ruinas son a la vez documento y actualidad. Murmurante se propone reelaborar estos escombros para desatar procesos de múltiples puntos de fuga estéticos y transdisciplinares cuyo destino eventual será la escena, la comunidad o la galería. Este cuarto proyecto acentúa la línea que define la personalidad de nuestro colectivo, sus propósitos sociales, sus intenciones experimentales y su interés por formularse interrogantes sobre la realidad lic aquí para modificar.
Como ha sucedido en procesos anteriores de Mumurante Teatro, sobre todo a partir de la creación de El Viaje Inmóvil en colaboración con el Maestro Jorge Vargas, nos interesa abrir un proceso de laboratorio que, aunque concentrado inicialmente en una investigación de corte social, configure paulatinamente su traslado a la escena. Dada nuestra experiencia y los resultados con nuestras piezas anteriores, consideramos que tal es la mejor vía de estudio y traslación de materiales de lo real a un lenguaje escénico. Sin duda alguna, es esa una de nuestras mayores preocupaciones éticas y estéticas actualmente.
Para este proceso, hemos decidido repetir la invitación a colaborar al Maestro Jorge Vargas, titular de la compañía Teatro Línea de Sombra, para que articule y dirija la investigación junto con nuestro equipo, a Jesús Hernández que conduce la indagación de los sitios y en su caso, el diseño de los espacios posibles. Hemos sumado a Noé Morales Muñoz, dramaturgo y director que cuenta con experiencia al lado del Maestro Vargas en este tipo de procesos creativos. Creemos que la configuración del equipo nos permite ser optimistas en cuanto a la conformación de un proceso interesante, que desafíe nuestras certezas como artistas, y que además resulte en una pieza significativa en nuestro contexto de realidad.
Juan de Dios Rath
Director Artístico de Murmurante Teatro
La Recolección
La recolección como el acto de reunión de los objetos pertenecientes al universo de producción industrial de la Embotelladora Sidra Pino y Soldado de Chocolate provoca campos de acción que ponen de relieve diversos ámbitos de significación:
* El lugar que estos productos, reducidos a la condición de deshecho y de restos, guardan en los circuitos de consumo y de la producción industrial frente a los grandes emporios refresqueros.
* Su cualidad de “nuevos objetos” al ser extraídos del contexto marginal donde se ubica; un valor testimonial como residuos ruinosos del colapso de una empresa y un valor estético que los desplaza de su condición de mercancía hacía otras y nuevas lecturas.
* El “objeto encontrado” no ha sido recolectado del contexto de manera aislada bajo criterios sólo estéticos, sino en un intercambio colaborativo: un trueque o una negociación con la comunidad y con el contexto. Las cajas, las botellas, los distintivos de la empresa, tienen un propietario.
Y en el intercambio se sucede una recolección de la memoria y los relatos consecuentes que de varias maneras reconstruyen el itinerario de la ruina. Estos vestigios o remanentes tejerían en la comunidad la historiografía de una ruina industrial que también es parte integral de la identidad de las comunidades. Los objetos acumulados son un intento de reconformación de la ruina pero también lo es la evocación y la puesta en actualidad de los vestigios de la SP y SCH.
* La acumulación y recolección en las comunidades tienen un propósito de acción social inmediata y otro ulterior: la acción de la recolección genera ya relatos, dinámicas de intercambio, experiencias de relación inmediata y evocaciones experienciales pasadas y presentes. Estos materiales se resuelven en la culminación de el evento comunitario como una devolución de los relatos colectados y en comparecencias testimoniales de los informantes alrededor de los objetos y, más adelante, en la composición final de una pieza arquitectural formada de la objetualidad acumulada en estas experiencias.
Resultante de una conversación activada con un grupo de comunidades en torno a su relación con la Sidra Pino y el Soldado de Chocolate, la pieza no es tanto una instalación como un archivo móvil sobre la memoria. Las cajas y botellas,recopiladas mediante distintas estrategias de acuerdo a cada contexto específico,dan cuenta de las connotaciones afectivas y simbólicas que para la sociedad de la Península han tenido ambas bebidas, así como de algunas repercusiones de su desaparición. A través de la puesta de circulación de un archivo documental que, con soportes distintos, expondrá material testimonial de la comunidad, sevisibilizarán las relaciones, tensiones, diálogos y desavenencias que la comunidad sostiene con un par de productos que han contribuido a la conformación de su identidad regional.
La Pieza
La pieza será pues en cierto sentido un contenedor de memoria, pero también una arquitectura móvil y transformacionista.
Móvil en un sentido profundo; a su carácter itinerante hay que agregar que los archivos documentales contenidos en las cajas y botellas de refresco se irán modificando en cada estación y en cada espacio en que se instale, e irán mostrando distintas rutas de relación entre individuos en relación con la memoria que comparten. Transformacionista porque, amén de su ductilidad, que permitirá múltiples posibilidades dedespliegue y organización, proyectará una de las ideas que fundamental el proyecto: la memoria, muchas veces manifestada en el cuerpo de una ruina, es un espacio vivo, generador de relaciones en constante movimiento, un territorio que deroga ciertas categorías temporales y aglutina pasado, presente y futuro en una sola experiencia. La pieza, entonces, no será instalación ni escultura, sino una corporeidad memoriosa y comunitaria insertada en diversos puntos del espacio público y cotidiano.